Por: Ma. Reneé Rendón
Guillermo Marconi, científico e impulsor de la radiotransmisión a larga distancia, gana el Premio Nobel de Física en 1909 por su trabajo en el desarrollo de la telegrafía sin hilos, y no reconoce el papel de Nikola Tesla, quien, en 1895 había creado un sistema de transmisión de mensajes de voz por medio de ondas radiales.
Tesla fue un ingeniero eléctrico croata del siglo XIX con más de 700 patentes de inventos como la corriente alterna y la bobina de Tesla, dispositivos utilizados en 1895 para crear el primer sistema radial. Muy Historia describe que solicitó las patentes por el trabajo en 1897 en Estados Unidos y en 1900 la Oficina de Patentes se las otorga.
De acuerdo con Fonde CYT, Guillermo Marconi, ingeniero electrónico, empresario, e inventor italiano conduce sus propios experimentos en 1896, donde logró la comunicación por radio con base en el código Morse a distancia. Ese año se le concede la primera patente en telegrafía inalámbrica en Inglaterra; sin embargo, la Oficina de Patentes en Estados Unidos le denega las solicitudes por depender del uso de las bobinas de Tesla.
En 1901 transmite el primer telégrafo transatlántico desde Canadá hasta el Reino Unido. A partir de entonces comercializa el invento y consigue el apoyo de inversores como Andrew Carnegie, un empresario estadounidense y Thomas Edison, inventor de la bombilla. En 1904 la Oficina de Patentes revierte el fallo anterior y le otorga la patente de la invención de la radio, según howstuffworks.
En 1909 Marconi recibe el Premio Nobel de Física; en 1915, Nikola Tesla demandó a la empresa de Marconi por infracción de patente. En 1943 Marconi demandó al gobierno de los Estados Unidos por robo de sus inventos; sin embargo, el caso no llega a tribunales y el Tribunal Supremo de Estados Unidos restaura a Tesla como el inventor de la radio, quien había fallecido meses antes, el siete de enero.
A pesar de los robos que Nikola Tesla sufrió, sus inventos han sido el fundamento para la tecnología moderna, “el científico no busca un resultado inmediato. No espera que sus ideas avanzadas sean fácilmente aceptadas. Su deber es sentar las bases para los que vendrán, señalar el camino”, declaró
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María Reneé Rendón 